Pocas ciudades pueden mostrar este tipo de lienzos, una muralla prerromana de la segunda Edad de Hierro. Ésta se encontraba soterrada bajo un edificio que se realizó en el año 1999 en sustitución de una construcción anterior de segunda mitad del siglo XX. Los restos de la muralla prerromana pertenecían a la segunda muralla defensiva del Siglo IV a.C., a la que a inicios del Siglo XII, se le adosó la Cerca Vieja para establecer una muralla defensiva más ancha, quedando vistas en el proyecto de rehabilitación y musealización.
Por lo tanto, se puede decir que Salamanca es una de las pocas ciudades que puede contemplar 24 Siglos de historia entre sus calles. La Muralla Prerromana es la razón de este proyecto, y por tanto, se establecen gestos sutiles que evidencian ese respeto hacia la muralla mediante la separación e introducción de una nueva pieza de acero y vidrio que organiza los diferentes espacios.
Todos los materiales se visten de negro para hacerse invisibles frente a la muralla.
