Este proyecto llega como una modificación de un proyecto ya existente, colaborando con el proyecto de obra ingenieril.
Se tomó la decisión de simplificar su aspecto. Eliminar capas ya existentes para mostrar la sinceridad constructiva que el edificio estaba ocultado. Claro ejemplo de «menos es más». Dejando vistas la cubierta de cerchas con dientes de sierra, permitiendo la colocación de amplios lucernarios de luz. Toda la parte superior se pintó de blanco despejando el espacio y asentándolo con un zócalo en la parte inferior. Se estableció un ritmo claro a través del color, marcando el espacio destinado a los diferentes establecimientos de la estación: oficinas, puntos de información, etc.
En cuanto a la zona de las dársenas, existía un gran pasillo longitudinal que miraba a las paradas de los autobuses, por lo que se colocó un muro cortina que ampliaría este espacio e introduciría luz. El color de la pared nace de la inspiración generada por el pintor Paul Bilhaud, quién se convirtió en el primer pintor en crear un cuadro de colores planos, utilizando únicamente tres colores: rojo, blanco y negro.